T.O.: I... comme Icare
AKA: I... For Icarus
Año: 1979
Dir: Henri Verneuil
Dir: Henri Verneuil
País: Francia
Music: Ennio Morricone
Music: Ennio Morricone
Cast: Yves Montand, Michel Albertini, Roland Amstutz, Roger Planchon, Pierre Vernier, Jacques Denis, Georges Staquet, Brigitte Lahaie, Nanette Corey
REVIEW
Jarry, un jefe de estado, es asesinado por un francotirador durante un desfile oficial. Su asesino, Karl Eric Daslow, es encontrado muerto en el ascensor del edificio desde el que disparó. Después de un año de investigaciones, parece prevalecer la hipótesis del asesino psicopático y aislado. Sin embargo, uno de los miembros de la comisión investigadora, el fiscal Volney, se niega a aceptar la versión oficial y decide continuar la investigación solo, con la ayuda de sus asistentes. Sin embargo, a medida que avanzan sus investigaciones, los testigos del crimen mueren todos uno tras otro, en circunstancias inquietantes ...
Í... como Ícaro es auténtica joya del cine conspiranoico inspirada en el asesinato de JFK y también en el Experimento de Milgram sobre la obediencia a la autoridad. Dirigida por uno de los grandes directores de género franceses, Henri Verneuil (El clan de los siciliano, Pánico en la ciudad ...) que confecciona un thriller político oscuro, inteligente y atemporal.La película empieza con una cita del escritor Boris Vian, sacada de su novela La espuma de los días (L'Ecume des jours): "Esta historia es totalmente verdadera pues yo la he imaginado de principio a fin".
La acción se sitúa en un país imaginario (que claramente evoca a los Estados Unidos), donde el fiscal Henri Volney (maravilloso Yves Montand) logra reabrir la investigación por el asesinato del Presidente del Gobierno, convencido de que su presunto asesino Daslow (anagrama de Oswald, el presunto asesino de John F. Kennedy) no fue más que un chivo expiatorio. Volney descubre un complot auspiciado por el Servicio Secreto de Inteligencia...
La película se centra casi exclusivamente en la investigación, que se desarrolla en una atmósfera de tensión y amenaza latente, acentuada por la música de Ennio Morricone.
El fiscal Volney primero tendrá que hacer frente a un comité de Estado y convencerles de que hay suficientes indicios para reabrir el caso. Cuando lo consigue comienza a reconstruir los hechos en el lugar del atentado; la azotea y el edificio desde donde Daslow disparó y fue encontrado muerto antes de poder ser detenido. También tratará de localizar a un grupo de testigos que en su momento declararon ver a un hombre disparando desde una ventana, contradiciendo la versión oficial. Pero encuentra que todos estos testigos han ido muriendo en extrañas circunstancias... Tan solo uno de ellos parece seguir con vida escondido en algún lugar y aterrorizado: es la última persona con vida que pudo ver al verdadero asesino y su vida corre peligro
Cuando Henri Volney pasa otra noche sin dormir en su oficina, observa la ciudad a través de las enormes cristaleras de su despacho; fría, inhumana, la metrópoli llena de grandes edificios que emergen en la oscuridad y cuyas pocas ventanas iluminadas se asemejan a los ojos de un monstruo al acecho. Algo que Verneuil esbozaba en el giallo de acción protagonizado por Belmondo Pánico en la ciudad (1975), pero que aquí desarrolla de forma brillante y diferente. Los asesinos invisibles, casi omnipotentes, pueden estar en cualquier parte. Este es el principio de vigilancia presente en los sistemas dictatoriales: es imposible vigilar a todos, todo el tiempo, pero el simple hecho de saber que potencialmente estás siendo vigilado ya induce a la angustia y la obediencia.
DATOS Y CURIOSIDADES
-Uno de los mejores momentos de la peli nos remite a los experimentos llevados a cabo en la década los sesenta por el psicólogo Stanley Milgram, en los cuales establecía una relación entre castigo y aprendizaje mediante descargas eléctricas.
-Atención a la presencia de Brigitte Lahaie, para regocijo de los puristas de la serie b. En aquellos años Lahaie mantenía una relación amorosa con el capitoste de CERITO FILMS, y socio de Jean-Paul Belmondo, René Chateau (del que ya hablé en la reseña de Pánico en la ciudad) Aunque Í... como Ícaro no es una producción de CERITO, es indudable que Henry Verneuil tenía una estrecha relación personal y de trabajo con Belmondo y en consecuencia también con Chateau.
-Hay un fino hilo que conecta esta película con Pánico en la ciudad. El título hace referencia al mito de Ícaro y cuando esto queda explicado en la película también se hace mención a Minos, la figura mitológica que da nombre al maníaco homicida en la peli de Belmondo.
-Henry Verneuil se adelantó más de una década a Oliver Stone y su JFK (1991). En mi opinión, Í... como Ícaro, es más entretenida y menos atiborrada que la oscarizada película del director de Wall Street y Natural Born Killers.
Review by Gerard Fernández
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