¡DESAFÍO! (THE DEFIANCE OF GOOD)

FICHA TÉCNICA

T.O: The defiance of good
Director: Armand Weston
País: USA
Año: 1975
Música: Jack Justis
Actores: Jean Jennings, Fred J. Lincoln, Day Jason, Turk Turpin, Carole Holland, Heather Ellis

REVIEW

Cuando la inocente Cathy esnifa por primera vez un poco de cocaína en su habitación junto a una amiga más experimentada, es sorprendida por su madre, fanática religiosa que no atiende a razones y envía a Cathy a un sanatorio mental para "curarla". La institución resulta ser un agujero infecto, lo más parecido al infierno en la tierra, donde la joven es maltratada y violada por locos. La mente de Cathy está al borde del precipicio, pero un médico, que parece comprender la verdadera situación de esta desdichada, consigue sacarla de allí bajo su tutela y supervisión.

A partir de ahí nuestra protagonista inicia un viaje iniciático através de los más oscuros recovecos del sexo, pues el buen doctor resulta ser una especie de líder o gurú de algún tipo de secta satánico-sexual. The defiance of good es la sórdida odisea sexual de una adolescente, interpretada por Jean Jennings que en ese momento tenía realmente 18 años. Nada de sexo soft, esto es porno setentero muy guarrete, violento y turbador. El otro protagonista es el comadreja de La última casa a la izquierda (1972), Fred J. Lincoln. Sí, el compinche de Krug-David Hess en la seminal peli de Wes Craven. Aquí con barba pero igual o más sucio y pirado. Esta cinta es habitualmente incluida dentro del denominado cine "roughie", vertiente sexploitation 60's-70's, donde las sufridas protagonistas son violadas, torturadas, secuestradas y asesinadas. Las roughies pueden combinar sexo, horror, sadismo y fetichismo. Tienen su origen con Lorna (Russ Meyer, 1964) y The Defilers (Lee Frost/David F. Friedman, 1965). The defiance of good, más oscura y desconocida, de aquellos tiempos en los que el cine porno podía contar historias aterradoras y se mostraba muy cercano a aquel submundo que mostraba Paul Schrader en Hardcore, un mundo oculto (1979).

Review by Gerard Fernández Ordel

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