TARZANES MEDITERRÁNEOS 1ª PARTE: INTRODUCCIÓN

A PROPÓSITO DE UN PAR DE TARZANES DE PROFILMES 
(por Chus Parrado)
Para entender la irrupción en la producción del cine popular europeo, de los años 60 y 70, de la figura de Tarzán, debemos volver la mirada al periodo comprendido entre finales y principios de dichas décadas. En esos años el personaje de Burroughs, junto al enmascarado Zorro, estaban de moda y hacían las delicias del publico infantil y juvenil. Si observamos la programación de los cines de barrio, programa doble y circuitos rurales, veremos que desde el Tarzán de los monos del año 32 hasta Tarzán y el niño de la jungla, del año 69, continuamente se reponían y estrenaban las aventuras del rey de los monos. El cine de géneros realizado en el continente, supuso el relevo de la etapa clásica de su homólogo americano.
Con Italia a la cabeza y buscando series y temas que fuesen rentables entre el público, encontró en el célebre rey de la selva todo un filón a explotar. Cierto que a principios de los 60 los italianos fueron los encargados de servir al publico una serie de clones que poseían todos los atributos del héroe selvático,ahí están los Karzan o Tarzak, que por obra y gracia de las leyes cinematográficas y distribuidores españoles, en su exhibición en suelo patrio, fueron sencillamente Tarzán, con la excepción de otro rey de la jungla, Zambo, realizado a mayor gloria del culturista habitual del Peplum, Los 3 Superman y compañero de Comisario x, Brad Harris.
No sería hasta la frontera entre el año 69 y 70, cuando por fin el amigo de Chita, emprendería su andadura por la producción hispana, primero tímidamente, pues en Tarzán en la gruta del oro (Manuel Caño, 1969) y Tarzán y el arco iris (Manuel Caño, 1972), fuera de nuestras fronteras fue bautizado como Surimán o Zan, así, tal como suena.
Ahora bien, en los años 72 y 73 Tarzán ya fue Tarzán merced a la productora Profilmes, que en 3 ocasiones atentó contra la figura del monarca de los monos, mediante otras tantas producciones que bien podríamos describir como la infame, la mala y la peor. Es decir: Tarzán en las minas del rey Salomón (José Luis Merino, 1973), Tarzán y el misterio de la selva (Miguel Iglesias Bonns, 1973) y Tarzán y el tesoro Kawana (José Truchado, 1974). Y es precisamente de estas 2 últimas, donde Richard Yestarán, o José Luis Ayestarán, quien tiene un enorme parecido con el cantante gijonés Danny Daniel, lució taparrabos, son el objeto de esta primera parte.

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