Director: Tonino Ricci
País: Italia-España
Año: 1976
Música: G & M de Angelis
Actores:
Alan Steel (Sergio Ciani), Cris Huerta, Eduardo Fajardo, Victoria
Abril, Iwao Yoshima, Tito García, Charly Bravo, Ria De Simone, Francesca
R.Coluzzi
El título original italiano “Storia di arcieri, pugni e occhi neri”(Historia de arqueros, puños y ojos negros) y su alternativo “Robin, frecce, fagioli e karate”(Robin, flechas, frijoles y karate), así como el español , ya nos dan una buena pista de lo que puede ser esta película. El título español acaba resultando aun más esclarecedor si cabe, pues nos remite directamente al universo Trinidad y todos sus clones al rebufo; me refiero por supuesto a todo ese cine de guantazos y coscorrones que hicieron popular Bud Spencer y Terence Hill a raíz del éxito de Le llamaban Trinidad (Enzo Barboni, 1970). La historia es la clásica, la de el bondadoso pendenciero Robin Hood y su banda, robando a los ricos para dárselo a los pobres en su lucha contra el poderoso opresor. En este caso la cinta mantiene el tono aventurero y la ambientación de aquel cine europeo de capa y espada más propio de décadas anteriores. El desvarío llega cuando de luchar se trata, dando paso al humor cuchufleta de mamporro y tentetieso, con chistes recurrentes como el del fraile (Cris Huerta trasunto del mencionado Spencer) santiguándose después de atizar uno de esos mamporros, o el de un pérfido Duque de Sherwood (Eduardo Fajardo), un tanto amanerado y asustadizo, repitiendo sin cesar a sus lacayos el grito de “¡prendedle!” cuando ante él aparece el héroe.
En este caso el héroe es Sergio Ciani, más conocido como Alan Steel, superviviente musculitos de la etapa dorada del péplum italiano y el cine de espadas y sandalias, donde comenzó haciendo de doble del norteamericano Steve Reeves, supo buscarse las habichuelas (en este caso nunca mejor dicho) en otros géneros en los que no necesariamente tuviera que marcar paquete. Ciani (que también participa en el guión) resulta un Robin Hood un tanto atípico, tal vez un poco maduro (por no llamarlo viejales), lo cual no está mal pues ayuda a que el conjunto sea un poquito más bizarro si cabe.
Pero para bizarro el chino karateka (en realidad japonés) que aparece en escena, ayudante del fraile, e interpretado por Iwao Yoshioka, experto en artes marciales que haría carrera cinematográfica íntegramente en Italia, incluyendo la serie televisiva Sandokan. Yoshioka también repartió estopa dos años antes a las ordenes de Tonino Ricci en el spaghetti Western La ley del karate en el Oeste (aka Siete contra todos) cuyo título original sería “Storia di karate, pugni e fagioli”, título prácticamente identico al que nos ocupa, con lo que podemos intuir que Ricci pretendía hacer una especie de saga dedicada al cine de puñetazos y frijoles situando cada película en diferentes contextos... lástima que la cosa quedara sólo en dos películas. Para terminar apuntar que estos fueron los comienzos de una jovencísima Victoria Abril, que con 17 años daría una muestra de ambición profesional: en un afán de superación volvió a aparecer en una pelí sobre Robin Hood ese mismo año, La gran aventura de Robin y Marian, esta vez cambiando a Siani por Sean (Connery) y a Ricci por Richard (Lester). Cosas del Eurotrash. Review by Gerard Fernández Ordel
REVIEW
A lo largo de la década de los 60 y 70 la serie b europea nos ofreció diferentes versiones del legendario forajido inglés Robin Hood, desde Robin Hood y los piratas, dirigida por Giorgio Simonelli en 1960 con Lex Baxter de protagonista, hasta la netamente española Robin Hood nunca muere de Francesc Bellmunt, producida en 1974 por "la Hammer española" Profilmes, con Charly Bravo y Emma Cohen en los papeles principales... Pasando por títulos como: El triunfo de Robin Hood (1962) de Umberto Lenzi , con el millonario escocés Don Burnett como Robin de los bosques, Robin Hood el invencible (1970) de José Luís Merino y con Carlos Quiney, Las nuevas aventuras de Robin de los bosques (1970) del obsceno Roberto Bianchi Montero y protagonizada por el español Francisco Matinez Celeiro, más conocido como George Martin, o El arquero de Sherwood (1972) dirigida por Giorgio Ferroni, esta vez con Giuliano Gemma.
Como veis todos estos títulos están protagonizados o dirigidos por habituales del cinema bis. ...Y LE LLAMABAN ROBIN HOOD de Tonino Ricci fue, si nadie me corrige, el último título dedicado al personaje dentro de este filón.El título original italiano “Storia di arcieri, pugni e occhi neri”(Historia de arqueros, puños y ojos negros) y su alternativo “Robin, frecce, fagioli e karate”(Robin, flechas, frijoles y karate), así como el español , ya nos dan una buena pista de lo que puede ser esta película. El título español acaba resultando aun más esclarecedor si cabe, pues nos remite directamente al universo Trinidad y todos sus clones al rebufo; me refiero por supuesto a todo ese cine de guantazos y coscorrones que hicieron popular Bud Spencer y Terence Hill a raíz del éxito de Le llamaban Trinidad (Enzo Barboni, 1970). La historia es la clásica, la de el bondadoso pendenciero Robin Hood y su banda, robando a los ricos para dárselo a los pobres en su lucha contra el poderoso opresor. En este caso la cinta mantiene el tono aventurero y la ambientación de aquel cine europeo de capa y espada más propio de décadas anteriores. El desvarío llega cuando de luchar se trata, dando paso al humor cuchufleta de mamporro y tentetieso, con chistes recurrentes como el del fraile (Cris Huerta trasunto del mencionado Spencer) santiguándose después de atizar uno de esos mamporros, o el de un pérfido Duque de Sherwood (Eduardo Fajardo), un tanto amanerado y asustadizo, repitiendo sin cesar a sus lacayos el grito de “¡prendedle!” cuando ante él aparece el héroe.
En este caso el héroe es Sergio Ciani, más conocido como Alan Steel, superviviente musculitos de la etapa dorada del péplum italiano y el cine de espadas y sandalias, donde comenzó haciendo de doble del norteamericano Steve Reeves, supo buscarse las habichuelas (en este caso nunca mejor dicho) en otros géneros en los que no necesariamente tuviera que marcar paquete. Ciani (que también participa en el guión) resulta un Robin Hood un tanto atípico, tal vez un poco maduro (por no llamarlo viejales), lo cual no está mal pues ayuda a que el conjunto sea un poquito más bizarro si cabe.
Pero para bizarro el chino karateka (en realidad japonés) que aparece en escena, ayudante del fraile, e interpretado por Iwao Yoshioka, experto en artes marciales que haría carrera cinematográfica íntegramente en Italia, incluyendo la serie televisiva Sandokan. Yoshioka también repartió estopa dos años antes a las ordenes de Tonino Ricci en el spaghetti Western La ley del karate en el Oeste (aka Siete contra todos) cuyo título original sería “Storia di karate, pugni e fagioli”, título prácticamente identico al que nos ocupa, con lo que podemos intuir que Ricci pretendía hacer una especie de saga dedicada al cine de puñetazos y frijoles situando cada película en diferentes contextos... lástima que la cosa quedara sólo en dos películas. Para terminar apuntar que estos fueron los comienzos de una jovencísima Victoria Abril, que con 17 años daría una muestra de ambición profesional: en un afán de superación volvió a aparecer en una pelí sobre Robin Hood ese mismo año, La gran aventura de Robin y Marian, esta vez cambiando a Siani por Sean (Connery) y a Ricci por Richard (Lester). Cosas del Eurotrash. Review by Gerard Fernández Ordel
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