FICHA TÉCNICA
Director: Abel Salazar
Año: 1970
País: México
Música: Gustavo C. Carrion
Cast: Libertad Lamarque, Robertha, Eusebia Cosme, Irma Lozano, Steve Flanagan, Roberto Cañedo
REVIEW
Exploit mexicano del clásico de Douglas Sirk Imitación a la vida (Imitation of Life, 1959). Este blax-mex encajaría perfectamente en el filón de las "Lacrima Movies" italianas (La última nieve de primavera, Eutanasia de un amor...). Se trata pues de un inquietante (y bizarro) melodrama sobre el racismo.
La historia gira en torno a dos madres: Laura (Libertad Lamarque), una cantante blanca y Angustia (Eusebia Cosme), su amiga negra de toda la vida, ambas dedicadas a la educación de sus hijas: Alicia (Irma Lozano) y Roberta (Robertha). Pero surgen problemas cuando la hija de Laura se enamora de Ricardo (Steve Flanagan), un joven y prometedor medico negro. La cantante muestra su racismo latente contra esta relación, y su comportamiento termina por romper la amistad entre ella y Angustia. La madre blanca, en su ira, menosprecia a los negros:"¡No quiero un negro en mi familia!" llega a espetar voz en grito, mientras que al principio de la peli
proclamaba orgullosa que en su país no existe el racismo.
Esto no es nada, porque la cosa se complicará aún más cuando a la hija blanca se le descubre una terrible enfermedad mortal derivada de una insuficiencia cardiaca... Pero antes de meternos en más vericuetos, quiero hablar de los actores. En principio la argentina Lamarque es la estrella de la función; se luce cantando una versión del famoso tango "La Comparsita" en un concurso. Memorable su ego-trip imitando a Charles Chaplin para animar a su hija moribunda, o las secuencias oníricas en las que sufre febriles pesadillas creyendo ser abuela de una niña negra.
La hija negra (Roberta) está interpretada por la cantante peruana Robertha, que poco depués protagonizaría otra "blax-mex" titulada Vidita Negra (Rogelio A. González,1973) y años despues aparecería en un pequeño papel en Guyana, el Crimen del Siglo (René Cardona Jr, 1979). También tiene un pasaje musical en la peli cuando se presenta a un concurso de talentos donde todos le dan como clara vencedora, pero que acaba perdiendo inesperadamente ante una rubia despampanante.
No será el único fracaso que atribuye al color de su piel. En otro momento clave, y dramáticamente bastante bueno, Roberta descubre que el chico blanco del que está enamorada es un golfo y además se avergüenza de ella por ser negra (algo que los espectadores veíamos claramente desde el principio). Con el corazón destrozado Roberta corre sin rumbo y es atropellada.
Afortunadamente lo de "corazón destrozado" es una metáfora recurrente... y digo afortunadamente porque la única forma de salvar a Alicia es trasplantarle el corazón de Roberta, ya que el corazón de ésta no resultó dañado por el accidente; aunque, debido a sus graves lesiones, la mantienen con vida conectada a sistemas de soporte vital. Angustia, la madre de Roberta, debe tomar una decisión dura y desgarradora.
¿Podrá Laura convencer a Angustia de que autorice la operación y perdone y olvide sus diferencias raciales?
Este drama extremo culmina con una operación real a corazón abierto . Sí, real y gore estilo Doctor Bartolomé Beltrán, en una larguísima secuencia con la cámara abriéndose paso entre los cirujanos para meterse casi dentro de las vísceras. Uno de estos cirujanos es el enamorado Roberto, o lo que es lo mismo el actor Steve Flanagan participando activamente en la operación.
Flanagan es otra de las curiosidades que ofrece esta Rosas blancas para mi hermana negra. Se trata de un esquivo cantante de soul y R&B de finales de los 60 del que apenas hay datos. Lo que sí se sabe es que formó parte de un grupo de los Los Angeles llamado "Creative Source" en los años 70, hasta su disolución en la segunda mitad de la década. Cómo acabó metido en esta película es todo un misterio, como también lo es el hecho de que no le dejaran cantar en ella.
Review by Gerard Fernández Ordel
GALERÍA DE IMÁGENES
Es una película espectacular
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