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EL HOMBRE QUE NOS PERSIGUE

FICHA TÉCNICA
T.O: Les passagers
AKA: L'homme qui nous suit
/LesTraques /3 Días de terror
/The Intruder /Viaggio di paura
Director: Serge Leroy 
Año: 1977
País: Francia/Italia
Música: Claude Bolling
Actores: Jean Louis Trintingnant, Richard Constantini, Mireilla Darc, Bernard Fresson, Adolfo Celi, Angela Godwin, 



REVIEW
-Alex, escucha... 
-¿Qué te pasa, chico? 
-Si esto va a seguir así, no lo voy a lograr. 
-¿Tienes frío? 
-No es eso. Estoy hablando de otra cosa. 
-¿Qué es?
-Tengo miedo. Es como un nudo en el estómago... si esto no termina pronto no volveré a ser la misma persona. 
-Escucha, chico. No sabes lo que las personas podemos soportar... sólo nos quedan 100 kilometros, lo conseguirás.
*Diálogo de la película entre Alex (Jean Louis Trintingnant) y su hijastro de 11 años Marc (Richard Constantini).

Recuerdo el impacto que me supuso con 11 años, allá por 1987, ver A pleno sol (Plein Soleil, 1960) un domingo por la noche en Televisión Española. La peli francesa de René Clément (aunque en aquellos años aún no me fijaba en el nombre de los directores, de no ser Hitchcock y poquito más), un maravilloso thriller psicológico policiaco protagonizado por Alain Delon.
Extraña mezcolanza la que fraguaba mi educación cinéfila en pubertad; mi afición y jolgorio por alquilar en los videoclubs de barrio las más inmundas pelis "de chinos", y por supuesto de terror, cuando más costrosa la carátula, mejor; pero sin hacer ascos ni mucho menos a todas las cintas de acción de Jean Paul Belmondo (uno de mis primeros héroes actorales) que poblaban aquellas estanterias.
La televisón en aquellos años ejercía en cierta forma un contrapunto a mi tendencia por la caspa de videoclub, y las películas de Domingo Cine que se emitían después del telediario de la noche suponía en ocasiones un alivio y escape a esa sensación de desazón que suponia volver al colegio al día siguiente, después del fin de semana.
Otra peli francesa que recuerdo por aquellos años en aquellas emisiones es El furor de la codicia (Le Casse, 1971) de Henri Verneuil, que, aunque estaba protagonizada por Belmondo y contenía logradas persecuciones de coches, lo que más me fascinó de ella era su música, que quedó grabada en mi cerebelo durante tiempo y años después supe que era una hermosa composición de Morricone.
Más apartada en mi recuerdo, paradojicamente por haberla descubierto ya con 15 años, en una dispersa adolescencia, está la película que nos ocupa hoy, El hombre que nos persigue (Les passagers, Serge Leroy 1977), cuando aún en 1991 TVE, en su oferta dominical nocturna, programaban lo que hoy se pueden considerar algunas "pequeñas joyas olvidadas del cine francés y europeo".
Esta introducción casi autobiográfica tiene su aquel, pues más de veinte años después, en 2012, durante un periodo en el que estuve viviendo en Guinea Ecuatorial, pude rescatar de mi memoria El hombre que nos persigue, gracias a un canal que la emitía para el pequeño país africano precisamente un domingo por la noche. "Anécdota" que transmití en ese momento via Facebook y que volví a comentar a raíz de mi review de otra película de Serge Leroy, La Traque (1975) para este mismo blog en enero.
La peli (que tiene en común con todas las mencionadas anteriormente, amén de ser emitidas en Domingo Cine, el hecho de contar con parte de producción italiana),  trata sobre el viaje a bordo de un Renault 5 desde Roma a Paris, que realizan un hombre y un niño:  Alex (Jean Louis Trintingnant), recién casado con una azafata de vuelo llamada Nicole (Mireilla Darc), y el hijo de ésta, Marc (Richard Constantini). Alex y Marc serán perseguidos a lo largo del viaje por una furgoneta de color negro, conducida por un perturbado mental.
La película combina thriller, terror, suspense y un toque policiaco donde las autoridades italianas y francesas no quedan muy bien paradas. Destacando la figura del Comisario Boetani, interpretado por Adolfo Celi en un papel que es casi un déjà vu de sus muchos roles dentro del giallo italiano. Bien es cierto, y esto juega en favor de la peli, cómo se combina en algún momento esa especie de solemnidad gala (sin ir más lejos la de  muchos de sus policiacos o polares) con el desenfado italiano y su cine de serie b años 70; ya sea en el talante del policia encarnado por Celi o en algún momento concreto, como el encuentro en el bar de carretera entre el demente (Bernard Fresson) y una descocada camarera, interpretada por la italiana Francesca Benedetti... La cual, en su declaración posterior ante el Comisario, asegurará con cierto orgullo que no estamos ante un psicópata reprimido e impotente sexual, pues ella misma observó una erección mientras le atendía en el bar.
Pero lo mejor de la peli es sin duda el clima de tensión creciente. Hay también una espectacular persecución con vistas aéreas de las montañas, con tiros de cámara cercanos entre movimientos vertiginosos y tremendos, con los dos autos al límite, chocando y salvando las curvas. Además, como buena Road Movie, no sólo se trata un viaje en carretera sino de un viaje de conocimiento personal entre los dos personajes principales: el niño y el adulto que viene a representar su nueva figura paterna. Hay líneas de diálogo realmente buenas entre ambos. Aquí van algunas:
- Estaremos allí pasado mañana.
-¿Pasado mañana? ¿Por qué no volamos con mamá?
-Tu madre quería que trajéramos su coche. Tú madre ama su coche.  Como yo amo a tu madre, le prometí traerle el coche. Ella no quiere que conduzcamos por la noche, así que en realidad nos costará tres días... Pero si quieres saber la historia completa, tu madre se figuró que sería bueno para ti y para mí pasar más tiempo juntos.
 ***************

-Todas las noches pienso en la muerte. Sólo hay una cosa que me distrae: las tetas de las mujeres. Ayuda pensar en ellas ¿Por qué será? ¿Tú qué crees, Alex?
-Parece lógico. 
-¿Lógico? 
-Claro ¿Sabes por qué los mayores fuman?
-No. 
-Les recuerda la teta de su madre.
****************

-¿Qué quiere de nosotros?
-No lo sé
-¿Crees que nos conoce?
-No.
-Entonces, ¿por qué nos persigue?
-Necesita perseguir a alguien y nos escogió a nosotros.

-¿Quieres decir que es un chalado?
-Sí
-¿No hay nada que podamos hacer?
-Eso parece.

-¿Podemos cambiar la ruta?
-¿Por culpa de un tipo que se cree Steve McQueen?

***************
Basada en la novela de Dean R. Koontz Shattered (Ed.Random House, 1973), firmada bajo el pseudónimo de K. R. Dwyer. En 1985 se volvió a publicar, esta vez bajo la autoría de Dean R. Koontz. En España esta novela fue publicada en 1991 por Plaza y Janés con el título de El Acoso. En la novela la acción se sitúa en Estados Unidos, siendo el viaje de Filadelfia hasta Los Angeles. Y la relación entre el niño de 11 años y la mujer recién casada es de hermanos y no de madre e hijo como en la adaptación cinematográfica de Serge Leroy.
Tanto El hombre que nos persigue como La Traque, ambas rodadas de forma consecutiva, nos descubren a un director absolutamente reivindicable hoy en día. Tal vez sin la popularidad de los citados Clemént y Verneuil, mencionados anteriormente, pero que sólo por estas dos pelis merece no caer en el olvido, y tal vez justo estas dos de su filmografía merecerian un lanzamiento de calidad en nuestro país hoy en día. Las dos pelis tratan de una persecución, de un acoso, de una caza... a cual mejor.
El también francés Albert Camus decía:  "No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo."
Review by Gerard Fernández Ordel


 MÁS IMÁGENES DEL FILM

LA TRAQUE

FICHA TÉCNICA
T.O: La Traque
Dir: Serge Leroy
Música: Giancarlo Chiaramello
Año: 1975
País: Francia-Italia
Actores: Mimsy Farmer, Jean-Luc Bideau, Michael Lonsdale, Michel Constantin, Jean-Pierre Marielle, Philippe Léotard, Paul Crauchet, Michel Robin, Gerard Darrieu

REVIEW
Una de las películas del subgénero "cacerías humanas" menos conocidas y más recuperables. Los primeros referentes ineludibles, que vienen a la mente mientras ves esta olvidada gema del cine francés de los años 70, son: Perros de paja (Straw Dogs), Defensa (Deliverance) o la posterior y más explotativa La violencia del sexo (Day of the Woman, I Spit on Your Grave), amén del clásico de 1932 El malvado Zaroff (The most dangerous game). La diferencia, con éstas u otras películas similares, es que aquí no hay psicópatas ociosos, violadores en serie, locos homicidas o ni tan siquiera rednecks enajenados; aquí la enfermedad es moral, que acaba resultando más real, terrible y desoladora que cualquier otra.
Una joven inglesa (Mimsy Farmer) se encuentra de vacaciones por la campiña francesa. En una de sus paradas se cruza con un grupo de cazadores, compuesto en su mayoría por burgueses con aspiraciones política y acomodados lugareños de clase media-alta. Cuando éstos se dividen en busca de un jabalí, dos de ellos, los hermanos Danville, posiblemente envalentonados por el alcohol, violan brutalmente a la joven cuando la encuentran en una especie de ermita derruida. Después de abandonar el lugar, dejando a la chica tirada y humillada, el menor de los hermanos regresa al mismo a los pocos minutos en busca de un rifle que se han dejado olvidado. Allí encuentra todavía a su víctima, recomponiéndose del ultraje. Ésta se hace con el arma sutilmente y dispara al violador a bocajarro, dejándolo malherido. Cuando el mayor de los Danville y uno de los cazadores que estaba presente en la violación lo encuentran moribundo, deciden no decir nada al resto del grupo, fingir un accidente y llegar a un pacto con la turista que ha huido a través de los bosques y temen cuente lo ocurrido a las autoridades... Pero la cosa termina por complicarse: el herido muere a las pocas horas y el resto de cazadores comprende la verdadera situación y deciden que no quieren verse envueltos en ningún escándalo.
Dirigida por Serge Leroy, reponsable de otros interesantísimos thrillers que rodaría consecutivamente: El hombre que nos persigue (Les passagers, 1977) -de la que curiosamente, y pesé a que cierto sector de iluminados del fandom patrio no les interese acordarse, ya hablé hace años a raíz de volverla a ver en un canal francófono, en Guinea Ecuatorial- basada en una novela del escritor de terror Dean R. Koontz, que resulta una especie de El diablo sobre ruedas y que al igual que la cinta que nos ocupa era una coproducción entre Italia y Francia. Y Un intruso en el juego (Attention: les enfants regardent, 1978), protagonizada por Alain Delon, en la línea de la magnífica A las nueve cada noche (Our Mother's House, 1967) de Jack Clayton.  
La Traque (que traducido al español sería algo así como "dar caza" o "perseguir") es también cine de Violación y Venganza (de hecho, tiene presente a la seminal La última casa a la izquierda en una de sus escenas más conmevedoras), pero trasciende el simple y exploitativo Rape & Revenge planteando algunas cuestiones y reflexiones que le acercan también al thriller político o de denuncia. Serge Leroy mete al espectador en tensión ya desde los primeros minutos, en ese paisaje rural, con escenas como la "broma" de unos tipos acosando con su coche a otro en el que viaja la turista a su llegada. O la escena del almuerzo antes de la cacería, dónde el grupo ingiere generosas cantidades de alcohol y comida, con la cámara de Leroy recreándose en la ingesta, donde también se entrecruzan diferentes conversaciones de esa especie de microcosmos social que representan los cazadores. La película también habla de la misoginia, el sexismo, la impunidad y la cobardía (en el peor sentido del término). Lo peor de la condición humana está reflejado en esta prácticamente desconocida y pequeña obra maestra.
Otra de las claves del poso que te deja esta película después de su visionado, es un extraordinario cast: Michael Lonsdale, Jean-Luc Bideau, Michel Constantin... Y Mimsy Farmer, en un papel que podría ser perfectamente la misma protagonista que encarnó en los gialli Il profumo della signora in nero o Tensión (Autopsy) ese mismo año. Ella será la presa perfecta a la que acompañaremos en su huida, llegando a sentir su desaliento y su miedo, en un final de los que no se olvidan fácilmente.
Review by Gerard Fernández Ordel