Año: 1980
País: España
Música: Ricardo Recuero
Actores: Marta May, Imma Xaloc, Alberto Gonzalez, Julia Cavallero, Alex Guiu, Santy, Jorge Bofill
REVIEW
Tras varios cortometrajes, entre ellos uno titulado "Solo"que fue proyectado en el festival de Sitges de 1971, Ramón Monfá realiza en 1980 su primer y único largometraje: CARA QUEMADA.
Una cinta independiente, cercana al cine underground, siguiendo la línea de sus anteriores trabajos; esto es. más próxima al cine de autor que a cualquier otra cosa, pero con ciertos matices que nos hacen creer por momentos estar viendo una cinta de suspense y terror, e incluso, en sus momentos más locos, una comedia erótica clasificada “S”…Todo transcurre en una urbanización. En uno de los apartamentos se ha instalado una prostituta que pretende hacer negocio en la colonia. Lo primero que hace es “promocionarse” bailando desnuda en el balcón. Pronto capta la clientela, y sus nuevos vecinos empiezan a desfilar. Un detalle cachondo que hará entender mejor mi comentario acerca del cine “S”, es que cobra a los clientes según su peso: a 100 pesetas el kilo. Es decir, si el menda de turno pesa 80 kilos, el polvo le sale a 8000. A uno de ellos, con graves problemas de obesidad, le vemos darle a la bicicleta estática una y otra vez, intentando reducir, más que tripa, tarifa. Todos pasan por la báscula, ante la atenta mirada del chulo, el noviete cachas de la mesalina.
Al lugar llega también Inma, una joven que viene a pasar las vacaciones con su tía y el hijo de ésta, un niño de siete años. También ronda por ahí un campeón de motocross que realiza sus entrenamientos en un descampado cercano y que acaba ligando con Inma. Al poco la televisión y la radio local anuncian una serie de asesinatos perpetrados por un psicópata, al que algunos testigos describen como un vampiro. El conflicto estalla cuando el pánico se apodera del lugar y las mujeres no dejan salir a sus maridos de casa, por lo cual no tienen excusa alguna para poder visitar a la alegre vecinita. Así pues , ante tales circunstancias, forman una especie de brigada de puteros indignados, una banda de justicieros horteras que, más que buscar la seguridad de sus familias frente al asesino que anda suelto, buscan poder volver a su cotidianidad puteril. Contado así la cosa suena como muy a chiste, sin embargo en la peli todo tiene un aspecto más dramático, el cual se acentúa con algunas imágenes y momentos turbadores; por ejemplo, las violentas películas que visionan los niños o las terribles noticias que se escuchan en la tele sobre bebés devorados por ratas, cráneos humanos con cuernos o adolescentes que maltratan a sus padrés.
También hay un parto real y una secuencia muy extraña que transcurre en una discoteca, en la que la gente empieza a caer desplomada y que no queda muy claro si se trata de un recuerdo o un sueño. Como curiosidad decir que, en un momento dado, vemos a las dos protagonistas femeninas viendo una emisión televisiva del cortometraje de Ramón Monfá "Solo" (1971), antes citado.
Sorprende que Cara quemada fuera clasificada para mayores de 16 años, pues eran los años del cine “S”, cuando a cintas mucho más inofensivas que esta se les colocaba el restrictivo anagrama en el cartel; ya fueran de terror sangriento, violencia o con desnudos.
La peli tiene desnudos, sexo soft y algo de violencia, no muy explicita pero sí que pudiera resultar incomoda para algunos espectadores. Desde luego su temática y contenido es digno del universo “S”. Pero ahí no acaba la cosa, algunos nombres habituales que la relacionan con el cine erótico de la transición: el director Enrique Guevara, acreditado aquí en labores de producción, la actrices Julia Caballero en el papel de la prostituta y la más conocida Marta May a la que recordamos por El ojo en la oscuridad (1975) , Metralleta Stein (1975) o Presagio (1970), entre otras.
CARA QUEMADA es hoy en día toda una rareza que sólo fue posible en una etapa muy concreta de nuestro cine, en la que hay que situarse para entenderla y valorarla, más allá de sus defectos, en su justa medida. Estrenada el mismo año, 1980, que el Arrebato de Zulueta, Dimorfo de Rodjara o Pepi, Luci, Bom de Almodóvar. Tales referencias no son baladí, la peli de Monfá también debe ser recuperada cuando hablamos de un determinado cine español.
Review by Gerard f Ordel
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