DEDICADO AL MAR EGEO

FICHA TÉCNICA
T.O: Dedicato al mare Egeo
Aka: Ege-kai ni sasagu 
/ El imperio del sexo
Director
: Masuo Ikeda
Año: 1979
País: Italia-Japón
Música: Ennio Morricone
Actores: Claudio Aliotti, Ilona Staller ("Cicciolina"), Olga Karlatos, Stefania Casini, Laura Tanzani, Sandra Dobrigna, Maria D'Alessandro

REVIEW
“Trabajar para otros es perder el tiempo. Follar con otros, casi seguro que no” (frase de Nikos).
En la frontera entre el cine erótico italiano de finales de los años 70 y el incipiente porno cinema que entraba de pleno a comienzos de los años 80, un director japonés, Masuo Ikeda, viaja a Italia para coproducir una obra erótica que pretende tener una calidad de autor, como su colega japonés Shuji Teraya que ese mismo año en 1979 dirigiría un segmento de “Collections privées”, junto con otros episodios dirigidos nada menos que por Just Jaeckin y Walerian Borowcyk; Masuo Ikeda respeta las reglas de la censura de su país y no olvida poner en los fotogramas donde aparece el sexo desnudo un circulo blanco que impide la total visión del mismo por el espectador y ofrece un porno curioso (semi blando o descafeinado) que escapa del terreno morboso para adentrarse en el discurso intelectual que quiere ofrecernos.
Nikos (Claudio Aliotti) es un estudiante de Bellas Artes en Roma, y vive en una habitación alquilada donde su patrona Elda (Olga Karlatos) inicia un juego sexual con él y se convierte en su amante. Elda, tiene una hermana, Lisa (Sandra Dobrigna), que tiene un comportamiento extraño y que no habla, siendo siempre testigo de sus escenas sexuales, pero Nikos, que no se conforma con una sola mujer, practica también el sexo ocasional con una compañera de estudios (Laura Tanzani).
Un día, Elda le comunica que se ha quedado embarazada, y él la invita a abortar, pero ella acude a una clínica donde descubren que los síntomas son falsos, y allí Nikos conoce a Anita (Illona Staler), la hija del dueño, que es una perversa rubia en el erotismo y que introduce a Nikos en su mundo sexual junto a su amiga, la fotógrafa de estudio Gloria (Stefania Casini). Anita convence a su padre para que compre toda la colección de cuadros a Nikos, y se lleva al muchacho y a su amiga a una isla del Mar Egeo, con la condición de que también vaya con ellos Lisa, la niña muda, para que sea la cara angelical de la película que quiere filmar allí.
Masuo Ikeda nos propone un acercamiento al mundo del erotismo basado en una particular visión del mismo: por una parte, toda la película está impregnada del Arte y la Belleza; esa hermosura femenina que los griegos han plasmado en sus esculturas, y, que a lo largo de la historia muchísimos pintores se han hecho eco en sus cuadros.
No es casual pues, la frase en la escuela donde el profesor enseñando el cuerpo desnudo de una modelo, que “la perfección del cuerpo humano es el que transmite el deseo sexual”. Este discurso, Masuo Ikeda lo lleva al límite, y su perfección visual es la isla griega del Mar Egeo, donde el azul del mar contrasta únicamente con el color blanco de las casas, produciendo un efecto bicolor en la película que envuelve todo el erotismo.
Luego estaría el discurso psicoanalítico de Ikeda, donde a través del subconsciente nos va descubriendo los resortes de placer, y también como éstos tienen un precedente en el pasado (ese flash back donde Nikos está haciendo el amor con su madre); y la moral de la sociedad, representada en la niña muda que es testigo de una sexualidad que no entiende, la encargada de aniquilar esa libertad de amar y de sentir. No es casualidad tampoco que la perfección de la belleza en el cuerpo femenino la represente Masuo Ikeda en mujeres occidentales pero con pechos “a la japonesa”, es decir, no demasiado grandes.
Para concluir, la película tiene una música de Ennio Morricone, sensual y electrizante, que aprovecha la voz de Edda dell’Orso para transmitir gemidos de orgasmos sobre los cuerpos de Ilona Staller (“Cicciolina”) o Stefania Casini, ya que el maestro investiga el mundo del eros a través de la tonalidad de un violín solista interpretado por Yoko Sato, consiguiendo y para variar, otra de sus Obras Maestras.
La película sólo existe en VHS editado en Japón, y es muy difícil de ver. De todos modos molestarse en buscarla vale la pena.
Review by Antonio Domínguez

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3 comentarios:

  1. Vaya rarezas que nos descubres, compañero...

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  2. Esa pelicula fue una verdadera obra de arte, ojalá que algún dia la remastericen, como el resto de las peliculas de Ilona Staller, realmente valdría la pena

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