Aka: Une folle envie d'aimer
Dir.: Umberto Lenzi
Año: 1968
País: Italia-Francia
Música: Piero Umiliani
Cast: Carrol Baker, Lou Castel, Colette Descombes, Tino Carraro, Lilla Brignone, Jacques Stany, Franco Pesce, Tina Lattanzi, Sara Simoni, Calisto Calisti, Alberto Corchi
REVIEW
Carroll Baker, es una actriz americana que protagonizó el escándalo interpretando la película de Elia Kazan Baby Doll en 1956, y que en Estados Unidos estaba ya considerada como una importante actriz, no se sabe por qué (por lo menos yo no lo sé), después de rodar allí Harlow la rubia platino de Gordon Douglas en 1965, viene a Europa dos años más tarde y se introduce de la mano de Marco Ferreri como
absoluta protagonista en el cine italiano para quien protagoniza L´harem reinando absolutamente entre un puñadode hombres ridiculizados al extremo de idiotas, y seguidamente entra de pleno en el thriller con El dulce cuerpo de Deborah de Romolo Guerrieri.



Con este director, Carroll Baker rueda cuatro películas, Orgasmo, 1968; Cosí dolce, cosí perversa, 1969; Paranoia/aka Una droga llamada Helen, 1969 y Il coltello di ghiaccio/aka Detrás del silencio/aka Horror mudo, 1972). Orgasmo es uno de los primeros giallos modernos italianos, anterior incluso al cine de Dario

Umberto Lenzi, aprovecha todos los recursos de Carroll Baker para rodar escenas atrevidas de sexo, donde el “menage á trois” es el gran protagonista, por lo que la película no se pudo ver en España, y a lo largo del tiempo circularon copias de muy mala calidad; hasta la llegada de su edición en DVD que por fin le hizo justicia.
Destaquemos a Lou Castel, el “Niño” de Yo soy la revolución, un actor que llegó de Suecia a Italia, se puso “las manos en los bolsillos” con Marco Bellocchio en 1965, y se quedó allí. También hay que mencionar a Lydia McDonald porque su preciosa voz acompaña un asombroso tema de Piero Umiliani que transmite sensualidad y ritmo a este thriller basado más bien en los aspectos eróticos en la preparación del crimen de la trama que en la sangre que producen los asesinatos, que no deja nunca de salpicar.
Review by Antonio Domínguez
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