ÁMAME HASTA LA MUERTE

FICHA TÉCNICA

Título Original: Love me deadly
Aka: La Necrófila
/ Secrets of the Death Room
Director: Jacques Lacerte
Año: 1972
País: USA
Música: Phil Moody
(canta Kit Fuller)
Actores: Mary Wilcox, Lyle Waggoner, Christopher Stone, Timothy Scott, Michael Pardue, William Quinn, Dassa Cates

REVIEW

Lindsay, traumatizada por la muerte de su padre, desarrolla una morbosa fascinación por los muertos. Convertida en la edad adulta en una mujer reprimida y frígida, tan solo la presencia de un recién fallecido parece activar su líbido. Asiste a difrerentes funerales de desconocidos, donde espera a quedarse sola para acercase al féretro, acariciar el rostro del difunto de turno y finalmente besarle en la boca. En una de sus compulsivas visitas al tanatorio de su ciudad es abordada por Fred, que trabaja en la morgue local; este la lleva observando tiempo y le hace saber que no es la única que siente atracción por los muertos y que lo que a ella le pasa tiene un nombre: necrofilia. Fred es el líder de una secta de necrófilos. Esta secta celebra reuniones donde se realizan rituales sexuales con cadáveres. Muchos de estos cuerpos pertencen a personas asesinadas por los propios miembros de la secta.
Lindsay asiste a una de las reuniones pero se asusta y huye, al tiempo que Fred le advierte que debe guardar el secreto. Lindsay conoce en un velatorio al propietario de una galería de arte llamado Alex, que guarda cierto parecido físico con su padre y tal vez por eso ella empieza a sentir cierta simpatía por él, como nunca lo había sentido por otro hombre vivo. El encuentro acabará en matrimonio, a pesar de que todavía no han podido mantener relaciones sexuales, ni tan siquiera el día de la boda. Pasa el tiempo y la pareja duerme en habitaciones separadas. La mujer sigue con su oculta afición y la secta vuelve a contactar con ella...
Comentario: La necrofilia, aun hoy en día, sigue siendo uno de los últimos tabúes cinematográficos, imaginemos no cuanto lo era en 1972, fecha en la que se rodó esta película. Cuando nos encontramos ante un producto independientes como este, donde el tema central es la atracción sexual por cadáveres, unos se espera algún sinsentido en forma de gore o de mal gusto. Creo que para muchos de nosotros, ya sea aficionados al terror o al cine trash en general, nuestros primeros y principales referentes al respecto fueron la saga Nekromantic de Jörg Buttgereit, Buio Omega de Joe D'amato o  Macabro de Lamberto Bava. Conocí Ámame hasta la muerte en 1997, gracias al libro ESPAÑA ERÓTICA, HISTORIA DEL CINE CLASIFICADO "S" de Joe Krankol y Tomás Pérez Niño (Stripper Ediciones, S.L.), y a pesar de que no la ponían muy bien en su reseña, pues la definían como "Extraña película de pasiones necrófilas, con muchos cementerios, algún que otro crimen, rubias de luto riguroso y morgues siniestras. En realidad película aburrida y con poco (nulo) sentido del morbo",  pensé que eso había que verlo. Intuía que una peli de terror-violencia sobre la necrofilia y restringida por el anagrama "S"  estaba por encima de un mero "es buena o mala"... No me equivoqué. La película es realmente sorprendente y tan pronto crees estar viendo un cinta romántica hollywoodiense sobre parejas en crisis musicada por alguna sosias de Barbra Streisand, cómo de repente, te ves inmerso en una macabra escena que parece sacada de algún video snuff encontrado en un sórdido Sex Shop; por ejemplo la secuencia en la que Fred recoge a un chapero (o prostituto), al que engaña haciéndose pasar por cliente, para llevarlo al centro de operaciones de la secta donde lo embalsama vivo. Aun siendo tremendamente enfermiza y oscura, Ámame hasta la muerte, no es un producto de mala calidad; lo bizarro y lo macabro no prevalece sobre la historia y los personajes, de los cuales no descuida el aspecto psicológico del asunto. Digamos que muestra la tara de la protagonista de manera objetiva, como si estuviéramos ante los problemas cotidianos de una ludópata o una desdichada integrante de alcohólicos anónimos.
En una crítica sobre esta peli leí que esta película era a la necrofilia lo que la francesa Max, mon amour (Nagisa Oshima, 1986) a la zoofilia. Yo añadiría que también podríamos encontrar cierta similitud a lo que George A.Romero hizo en 1977 con su película Martin y el vampirismo. Una de las claves de la historia la encontramos en la niñez de la protagonista y la relación que esta tenía con su padre. Iremos descubriendo detalles a través de unos flash-back en color sepia, que nos sirven para ir desvelando poco a poco más detalles el origen de todo, hasta llegar a un desenlace inesperado y tremendo dentro del propio recuerdo.
Mary Wilcox interpreta a la necrófila, resultando, en un papel tan extraño, creible y por momentos conmovedora. La rubia actriz enlazó varios productos exploitation como The Beast of the Yellow Night, del filipino Eddie Romero, o la blaxploitation Willie Dynamite.
Fred, el funerario y líder de la secta de necrófilos, está encarnado por el actor Thimothy "Tim" Scott; característico que debutó de la mano de Russ Meyer en Motorpsycho! (1965) y después secundario de culto en el Batman televisivo de los 60 o en la legendaria carsploitatión Punto Límite: Cero (Vanishing Point, 1971) de Richard C. Sarafian.
En cuanto al director Jacques Lacerte esta es su única película y también es autor del guión. Al parecer Lacerte dedicó su vida a impartir clases de arte dramático y no sabemos dónde encontró la isnpiración para tan tremebundo argumento.
La peli se estrenó en España el 2 de junio de 1980 bajo clasificación  "S" principalmente debido a su temática, aunque también hay desnudos y sangre.
Distribuída por el prolífico empresario cinematográfico José Fuster Candel. No fue doblada al castellano y se vio en versión original subtitulada, obteniendo una muy pobre recaudación inferior a los tres millones de pesetas. Las frases publicitarias de la época rezaban: "LOS HOMBRES QUE LA AMARON QUEDABAN DESTRUIDOS POR SUS TERRORÍFICAS Y EXTRAÑAS PASIONES"; "¡SOLO EL CONTACTO CON LA MUERTE CONSEGUÍA EXCITARLA!!.

Review by Gerard Fernández Ordel

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