Dir: Giuseppe Bennati
Año: 1974
Pais: Italia
Music: Carlo Savina
Cast: Chris Avram, Rosanna Schiaffino, Janet Agren, Eva Czemerys, Lucretia Love, Howard Ross, Paola Senatore, Andrea Scotti, Gaetano Russo, Edoardo Filippone
REVIEW
En la noche de su cumpleaños, Patrick Davenant (Chris Avram), junto a un grupo de amigos y familiares con los que estaba celebrando, decide visitar un antiguo teatro abandonado sobre el que recae una maldición secular.Magnífico giallo de halo sobrenatural, en el que los nueve protagonistas a los que alude el título son encerrados en un viejo edificio donde anda suelto un loco asesino vestido con una capa negra y una máscara espeluznante. El teatro, propiedad de los antepasados de Patrick, está amenazado por una leyenda según la cual cada cien años el lugar se convertirá en un ataúd para todos aquellos que se encuentren dentro.
El director Giuseppe Bennati (Esta chica es para mí, Congo vivo...) y sobre todo el diseñador de producción Mario Chiari (Guerra y Paz, Doctor Dolittle...) logran transformar el interior del Teatro de Fabriano, en Ancona, en un recinto gótico de atmósfera esotérica.
La película comienza con unos formidables títulos de crédito. Exterior noche. Una flota de coches en fila india por una estrecha carretera se abren paso en la oscuridad; vemos la luz de sus faros mientras suena la música de Carlo Savina. Un primer plano de cada actor en el interiror del vehiculo es acompañado con su correspondiente nombre en pantalla.
Así conocemos a los nueve implicados: el ya mencionado Patrick interpretado por Chris Avram, un burgués de rancio abolengo; su prometida, Kim (Janet Agren) que parece estar con él por su dinero; su ex-mujer Viviam (Rosanna Schiaffino) y Albert (Andrea Scotti) la nueva pareja de ésta; su hermana lesbiana, Rebecca Davenant (Eva Czemerys) enamorada de Doris (Lucretia Love). Aportando uno de los puntos más morbosos de la historia acompañan también a Patrick sus dos hijos, Lynn (Paola Senatore) y Duncan (Gaetano Russo), la incestuosa relación en esta ocasión no resulta nada velada. Completa este "grupúsculo de los dioses" el pintor Russell (Howard Ross), un degenearado sexista alcoholizado.
Dentro de una estructura característica del giallo, El asesino ha reservado nueve butacas revela una naturaleza anómala y ambigüa. Una noche de pesadilla en su connotación más onírica y surreal que acabará al amanecer y en la que habrá un único superviviente; muy pocas películas consiguen dejar esa sensación de horror after-hour... La matanza de Texas con Marilyn Burns sería el paradigma más brutal. Otra sería Aquarius (Deliria/ Stage Fright. Michele Soavi, 1987) con Barbara Cupisti, que es obra decididamente deudora del film de Bennati hasta el punto de ser casi una versión en clave slasher del mismo.
Lo mejor: la ferocidad y variedad de los asesinatos (ahorcamiento, crucifixión, acuchillamiento en la entrepierna...) el homicida es un auténtico depredador; el elenco resulta casi un mini resumen del cult italiano años 60-70 y verlos recitar El Rey Lear o Romeo y Julieta no tiene precio; todos los momentos que recuperó Soavi para su película de 1987, es decir, la muerte de Janet Agren en el escenario ante los ojos de sus compañeros que le aplauden por el realismo de su representación, las persecuciones entre bambalinas y por los pasadizos del teatro, la escenografía que se monta el perturbado con los cadáveres...
Review by Gerard Fernández Ordel
MÁS IMÁGENES DEL FILM
No hay comentarios:
Publicar un comentario