AKA: Una iena in cassaforte
Dir: Cesare Canevari
Año: 1968
Pais: Italia
Music: Gian Piero Reverberi
Cast: Maria Luisa Geisberger, Dimitri Nabokov, Cristina Gaioni, Ben Salvador, Alex Morrison, Karina Kar, Otto Tinard, Stan O'Gadwin
REVIEW
Filmada en una sola localización (el caserón del parque de Villa Toeplitz, Varese), con escasísimo presupuesto y actores no profesionales, por uno de los directores más subversivos del cine comercial italiano, Cesare Canevari (La última orgía de la Gestapo, Yo Emmanuelle...).Siete personajes se reúnen en una mansión apartada, con el fin de abrir una caja fuerte que contiene una importante cantidad diamantes robados. Todos, directa o indirectamente, estuvieron implicados en el atraco a un banco de Amsterdam, cometido 11 meses antes; seis de ellos conocen parte de la clave que complementa la del resto y porta una de las llaves que abre cada una de las seis cerraduras que protegen el armatoste blindado.
El robo de Amsterdam se disfruta como se puede disfrutar una novela barata policiaca que intente emular a Agatha Christie o Gastón Leroux. El cuarto cerrado se une aquí con asesinatos en serie. Partiendo de una premisa muy interesante y puesta en escena en la que director aprovecha al máximo los pocos recursos, sin tomarse muy en serio nada e ironizando con las películas de "Golpe Perfecto" o thief movies.
Un siroco pop y vanguardista influenciado por corrientes como la Nouvelle Vague francesa y la psicodelia, a lo que Canavari aporta su propia inventiva de cineasta contestatario. Experimenta con colores saturados, zooms, primerísimos primeros planos, objetivos desenfocados, música obsesiva y un montaje sincopado.
Se adelanta varios años a otros thrillers similares como Cinco muñecas para la luna de agosto (Mario Bava, 1970) o la española El asesino está entre los trece (Javier Aguirre, 1973). Otra sería Concierto para pistola solista (Michele Lupo, 1970), con la diferencia que aquí no hay ningún Gastone Moschin o representante de la ley que lleve a cabo una investigación de los asesinatos; todos son personajes amorales en una lugar común.
A destacar:
Cristina Gaioni es la única actriz profesional de la película. No es baladí citar sus trabajos en El asesino (Elio Petri, 1965) o en Pulp: Historias peligrosas (Mike Hodges, 1972). Gaioni protagoniza una de los mejores escenas cuando es forzada a hacer un desnudo por otras dos mujeres que creen que esconde una llave en su cuerpo.
Uno de los actores es Dimitri Nabokov, hijo del famoso escritor Vladimir Nabokov. Esta es la única incursión en el cine de Dimitri, que hizo una carrera como cantante de ópera y traductor de los trabajos de su padre. Podía haber sido un buen actor, con una presencia terrible en pantalla.
Cuando faltaba poco para finalizar el rodaje, Canevari se quedó sin rollo de película. El presupuesto no dio para más. Así que que llamó a su mujer para que le trajera una lata sobrante de su anterior trabajo, un western filmado en Yugoslavia titulado Per un dollaro a Tucson si muore.
Review by Gerard Fernández Ordel
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