FICHA TÉCNICA
T.O.: Diva
Dir: Jean-Jacques Beineix
Año: 1980
País: Francia
Música: Vladimir Cosma
Actores: Frédéric Andrei, Wilhelmenia Wiggins, Richard Bohringer, Thuy An Luu, Jacques Fabbri,
Chantal Deruaz, Gérard Darmon, Dominique Pinon, Anny Romand, Briggite Lahaie
REVIEW
Un cartero parisino melomaníaco llamado Jules (Frederic Andrei), siente especial admiración por una cantante lírica negra llamada Cynthia Hawkins (W.Wiggins Fernández), una diva que se niega a grabar discos. En una gira por la capital francesa, Jules consigue hacer una grabación ilegal, pero de gran calidad, de un concierto de Cynthia Hawkins.
A partir de ahí será perseguido por la mafia discográfica taiwanesa y por dos personajes procedentes del mundo de la droga y la prostitución... Demasiado para el ingenuo y mitómano cartero. Sin embargo la ayuda de un bohemio y maravilloso
bon vivant (Richard Bohringer) y su novia, una deliciosa vietnamita (Thuy An Luu) le darán alguna opción de salir con vida, pero ¿será suficiente?
La Diva es un thriller peculiar. En un principio la película solo fue apreciada por un grupo de cinéfilos americanos, que a finales de los 70 peregrinaban por diferentes festivales que programaban cine europeo y que la reivindicaron en contra de la opinión de la crítica profesional. En Francia, su país de origen, a pesar de ganar algunos premios Cesar (sonido, música, fotografía y mejor opera prima), resultó un fracaso de taquilla; pero
también encontró un reducido grupo de incondicionales, algunos de ellos futuros cineastas. De facto, hoy es considerada por muchos como la cinta precursora de cierto estilo estético galo, donde lo visual y el montaje son más importantes que la historia y los personajes. Una estética que terminaría por eclosionar en la década de los 90 con Luc Besson a la cabeza, y cuya herencia sigue muy vigente.
La corrupción policial, los bajos fondos y -por supuesto- la música; la mitomanía, el amor, la sensualidad, la violencia y las noches neón están presentes en este, cuando menos, fascinante
neo noir en el que cada plano puede ser una experiencia. Hay que visionarla en las mejores condiciones que hoy se nos ofrecen.
Basada en una novela homónima del escritor suizo Daniel
Odier, firmada con el seudónimo de "Delacorta", que usaba para sus escritos detectivescos.
Odier-Delacorta, plasma dos de sus obsesiones más intimas: la filosofía oriental (conocimientos basados en experiencias personales) y la música (no es casualidad su matrimonio con una violinista).
Como curiosidad final: Ojo a la aparición en un pequeño rol de Brigitte Lahaie acreditada como Brigitte Simonin.
Review by Gerard Fernández Ordel
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